No logro vincularme a lo nuevo y
prosaico
pues vi la luz primera en una ciudad vieja;
recuerdo a mi ventana la hilera de tejados
que descendían a un puerto soñador, pintoresco,
los portales tallados con el sol del ocaso
bañando claraboyas y vitrales de puertas,
las torres georgianas con doradas veletas.
Oh visiones que ahormasteis los infantiles
sueños,
fuisteis fermento cauto de esplendores que aún restan
y escapan la lazada de otros vanos espectros
sonámbulos, adultos, sin fe, que con incierto
paso rondan los muros del cielo y de la tierra:
Cortad ya las cadenas del instante y yo sea
libre y pueda medirme a solas con lo eterno.
«Antecedentes» H. P. Lovecraft