Perseverancia
Supo que el cine era el lugar del padre muerto. Fue un niño pobre y supo que los pobres eran los pequeños, los que se arreglan solos y se educan a sí mismos, los que agradecen estar en este mundo. El mundo, que no es la sociedad ni la cultura, que es la hormiga en la hierba y el muro carcomido por el sol, lo fascinaba. No creyó en ningún paraíso prometido sino en el tiempo presente. No tuvo ninguna posesión, excepto esos placeres sencillos y no acumulables, esas alegrías simples, que son el escudo y el lujo de los huérfanos. No sabía calcular ni proyectar, armar estrategias, desear el lugar del otro. Porque lo hipnotizaba la singularidad de la experiencia. Todo lo que uno vive, solo lo vive uno y es ese su tesoro, inalienable. Le fueron concedidos treinta años de vida activa, los treinta años del cine moderno que trazan el arco desde Roma, ciudad abierta hasta el asesinato de Pasolini. Se sumergió en la imagen y miró, con todas sus fuerzas miró, su forma. Porque “la forma es deseo, el fondo no es más que la tela cuando ya no estamos ahí”. Desde su margen ignífugo, resistió la academia y la sociedad del espectáculo. Vivió la trampa y el desastre de su generación y debatió con sus propias convicciones, porque el fascismo es imperdonable. Amor u odio no eran una opción: se trata de hacer el bien, sin esperar compensaciones. La enfermedad arrasó su cuerpo. Los huesos estaban marcados; las cartas, también. Aunó una extraordinaria lucidez teórica con el despliegue de una ternura desarmante. Rarísima combinación. Adoraba los nombres de las cosas. Diremos el suyo, cubierto por la arena, para estar menos solos. Serge Daney.
Título: Perserverancia
Autor: Daney, Serge
Editorial: Shangrila
Fecha de publicación: 2015
ISBN: 9788494367281
$31.50 $23.63
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