Durante toda su vida, Elias Canetti acarició el proyecto de escribir un libro contra la muerte, en el que se proponía razonar su visceral rechazo a la forma en que se suele aceptarla. En el transcurso de los años, el proyecto no dejó de obsesionarle, invitándole una y otra vez a acometerlo, para fracasar una y otra vez.
Solo al final de su vida se resignó Canetti a que la que estaba destinada a ser la gran tarea de su vida se limitara a un puñado de anotaciones -buena parte de ellas recogidas en este volumen- que sugieren apenas el contorno de ese libro pese a todo nuclear en el conjunto de su obra.