Absolutamente conmocionante, absolutamente inesperado, absolutamente liberador, lo que nos está mostrando Atlántida y los extraordinarios poemas del chileno Héctor Hernández Montecinos, del ecuatoriano Ernesto Carrión, del uruguayo José Manuel Barrios y del mexicano Yaxkin Melchy, en su capacidad combinatoria, en su espacialidad, en su alucinante libertad, es una vanguardia que rompiendo con las fosilizaciones, atavismos y rigideces de la poesía del siglo veinte, inaugura la poesía de los próximos doscientos años. Atlántida es un anticipo de esos doscientos años. Aquí están descritos los nuevos cosmos, las nuevas sacralidades, los dioses por venir.